Puede una persona débil ser una buena persona? la integridad y sus entresijos

¿Alguna vez te has sentido decepcionado por una persona en la que confiabas a consecuencia de su debilidad personal o su falta de principios?

Todos somos "buenas personas” cuando la vida es fácil, pero cuando las cosas se enredan, a menudo es difícil encontrar a alguien con espinazo.

Tener principios, capacidad para discernir y el valor para actuar en consecuencia, son tres rasgos  que podrían definir a una "persona de integridad", pero ¿hasta qué punto son imperativos?

Este artículo comienza examinando algunos de los Yoga Yamas (códigos morales universales) y sus complejidades en el momento de aplicarse. Luego, contempla por qué el coraje es un rasgo de las personas con integridad. Finalmente, analiza algunos de los obstáculos que ciegan la capacidad para discernir.

Si definimos a una persona con integridad como la que piensa, siente y actúa en armonía, es raro encontrar a alguien que se ajuste a este título. Aunque está claro que nadie nace con ella, la integridad no es tanto el resultado de la experiencia como de la voluntad. Se podría afirmar que la determinación crece gradualmente como resultado de una progresión de decisiones inflexibles que surgen de la frustración. Por esta razón, un compromiso genuino de adherirse a los principios universales es necesario para que cualquier persona cultive la integridad.

Fundamentalmente, los “Yamas” pueden describirse como los principios morales contenidos dentro del sistema filosófico del Ashtanga Yoga. Tal vez debido a la influencia del Sr. Gandhi y el movimiento de la Nueva Era, el primero de los Yamas, "ahimsa" o no-violencia, ha sido mal entendido por la gran mayoría. Afirman que la violencia utilizada por algunos individuos se debe resistir estoicamente por cualquiera que se adhiera a este principio. Pero lejos de esto, de acuerdo a la Ley Natural, todo ser tiene derecho a protegerse contra cualquier agresión dirigida contra él con la fuerza necesaria para detener el asalto, y si es necesario incluso con fuerza letal.

Para asegurarnos de que el lector habla el mismo idioma, es crucial describir con precisión determinados conceptos. Dado que "ahimsa" es la primera idea a discutir, la palabra "violencia" debe ser definida.

La mayoría de nosotros hemos crecido con una idea equivocada de lo que es la violencia. Tenemos una idea errónea de que cualquier uso de la fuerza es violencia, sin considerar de cómo y por qué se aplica. Es vital hacer una clara distinción entre "fuerza" y "violencia".

La fuerza es la capacidad de hacer un trabajo o causar un cambio físico. Es una acción que está en armonía con la moralidad y la Ley Natural porque no viola los derechos de los demás.

La violencia, sin embargo, es cualquier acción coercitiva que siempre es inmoral, y por lo tanto va en contra de la Ley Natural, porque implica una violación de los derechos inherentes de otra persona. La violencia es la iniciación inmoral del poder físico para coaccionar, forzar y obligar sin derecho y siempre está conectada a quien inicia el conflicto.

La mayoría de nosotros probablemente habremos visto al menos una vez en nuestra vida el siguiente escenario:

-Dos niños peleando en el colegio, y el profesor resuelve el problema penalizándolos a ambos. Los niños comienzan a discutir sobre quién empezó, mientras que el maestro es ajeno a esto porque "no esta permitido pelear". El profesor no está activamente interesado en lo que sucedió ni tampoco quién inició la pelea.

Como resultado, ambos niños acaban castigados lo cual es completamente injusto, ya que solo uno de ellos había iniciado el conflicto. Con esto, el maestro está poniendo a ambos niños y sus acciones en la misma caja, en donde solo había un culpable: el niño que inició la pelea. El niño que se defendía estaba usando la fuerza, no la violencia.

Si uno se adhiere a la idea de ahimsa sin incluir el concepto de autodefensa, ese proceso por inercia a la larga terminará transformándose en violencia hacia uno mismo. En consecuencia, para comprender el concepto de ahimsa íntegramente, es crucial tener una comprensión clara de la autodefensa. Cuando no se aplica el derecho de legítima defensa, un agresor puede fácilmente abusar de cualquier persona sin enfrentar oposición. En un mundo donde la aceptación de la injusticia sin resistencia se está convirtiendo en la norma, tal vez ahora más que nunca, es urgente empezar a considerar el derecho a la legítima defensa.

Otra cualidad atribuida a la “persona de integridad” es lo honesto que uno es. Satya, o veracidad, el segundo de los Yamas en Ashtanga Yoga, puede definirse como la alineación de nuestras palabras, pensamientos y acciones con la verdad.

Definamos ahora "verdad" con la esperanza de descartar cualquier malentendido. Definir la verdad es una tarea desafiante para muchos, pero la definición de la verdad es muy simple: la verdad es todo lo que ha sucedido en el pasado y que está sucediendo en el momento presente. La verdad no existe en el futuro, porque el futuro aún está por suceder.

Satya, al igual que ahimsa, posee otra dimensión, que es "percibir" la verdad. Se podría tomar como una dinámica de dos vías. Debido a que es objetiva y no se basa en la percepción individual (que es capaz de fluctuar), la verdad no es fácil de percibir. Es una alineación más que una percepción.

Parafraseando a Mark Passio sobre la verdad:

"No importa si nadie la ve, nadie la sabe o nadie quiere saberla. La verdad es simplemente lo que es".

"La verdad es absoluta, y esta idea choca con el ego de la gente, ya que éste ama el relativismo.

"La percepción no es la realidad, sino sólo mirar a través de un filtro. Lo que hay es siempre lo mismo, pero la percepción es lo que cambia.

Diagrama extraído de la tesis de Mark Passio sobre la Ley Natural

Como el lector puede ver en el diagrama anterior, hay tres líneas blancas que representan la verdad que esta ocurriendo.

A continuación, hay tres ondas sinusoidales que representan tres niveles diferentes de percepción de acuerdo a tres individuos diferentes. La onda con mayor frecuencia, la azul, es la línea que cruza más veces la línea blanca. Por otro lado hay una onda con menos frecuencia, la roja, donde es posible observarla cruzando la línea blanca apenas unas pocas veces, menos que las demás.

En conclusión, esto significa que cuanto mayor sea la frecuencia personal del observador, mejor será la capacidad de discernir la verdad y, por lo tanto, mayor será la conciencia. En esa frecuencia uno está más cerca de la verdad. Cuanto mayor sea la vibración / frecuencia, mejor será la capacidad de comprender y reconocer patrones.

La no-violencia a expensas de la verdad es una tendencia conocida entre los practicantes de yoga. A menudo se habla que es mejor no decir una verdad que pueda herir a alguien, en lugar de decirla y hacer daño. El autor podría estar de acuerdo con la declaración anterior en los casos en que la información a transmitir sea irrelevante y el daño se haga gratuitamente. En el resto de los casos, el autor siempre aboga por la verdad con la finalidad de no llegar a la violencia. La verdad puede ser difícil, pero nunca puede dañar tanto como una mentira. Con esto en mente, es primordial tener en cuenta que en la cada vez más políticamente correcta sociedad de hoy en día, la mayoría de las veces, lo que se está lastimando es el ego del individuo. En consecuencia, un individuo puede perpetuar una mentira solo para evitar un momento incómodo.

Para una mayor comprensión, un ejemplo ilustra el concepto.

Un grupo de amigas está a punto de ir a una fiesta y uno de ellas, cegada por la tendencia de ese momento, lleva un atuendo que no le queda particularmente bien y que podría ser motivo de burla. En ese momento, una de ellas advierte honestamente a su amiga y le dice que no use esa ropa porque realmente no le queda bien.

Es comprensible que el consejo de un amigo puede ser difícil de digerir en el momento, e incluso potencialmente desafiar una amistad, pero generalmente termina como un consejo inestimable. Aunque este es solo un simple ejemplo, demuestra la importancia del testimonio basado en la verdad independientemente de su resultado inmediato.

Con frecuencia, las personas inseguras evitan la confrontación a expensas de su propio bienestar. Esto nos lleva a la siguiente cualidad que tiene cualquier persona con integridad: el coraje.

Esta sección discute los casos de conflicto que surgen cuando un individuo internamente siente que algo no está bien, pero en cambio, externamente se somete y cumple con lo que considera incorrecto.

Como dice Immanuel Kant: "Haz lo correcto porque es correcto".

La falta de coraje no solo puede dar vía libre a cualquier agresor que abuse desquiciadamente de los demás, sino que a nivel individual siempre terminará materializándose en frustración, culpa y rabia. A lo largo de la historia ha habido tres tipos de personas; las que no cuestionan, las que cuestionan pero temen las consecuencias (y por lo tanto no actúan), y las que cuestionan abiertamente a pesar de las consecuencias. Los dos primeros grupos son los responsables de todas las tiranías del pasado. El grupo más grande en términos de números es el segundo. En otras palabras, ese grupo obstaculiza el potencial para un cambio en la sociedad. Por último, el tercer grupo son los encargados de mover la rueda de la evolución. Estos tres grupos basan sus decisiones en la cantidad de coraje que poseen individualmente y la capacidad para superar sus miedos.

Cuando un individuo evita la confrontación, simplemente está escapando de lo ineludible. Un problema ignorado el tiempo suficiente se convierte en un problema mayor. Por esta razón, el coraje es atesorado por la mayoría como un rasgo de integridad. Una y otra vez los seguidores de la “Nueva Era“ caen en la trampa de creerse "altamente desarrollados" simplemente porque son sumisos y dóciles. Estos no son más que los rasgos de un cobarde. Aceptar la injusticia y nunca resistirse a ella posiciona a cualquier individuo como cómplice del perpetrador por consentimiento propio. Como uno puede comenzar a apreciar, el coraje para oponerse a lo que uno cree que está mal no es solo una característica de integridad, sino que también se convierte en una característica de una persona valiosa y estimada. En palabras del propio Aristóteles:

"El coraje es la primera de las cualidades humanas porque es la cualidad que garantiza al resto“.

Aunque las virtudes discutidas anteriormente son fundamentales para convertirse en una persona íntegra, quizás la primera en ser refinada es la capacidad de discernir. Cuando se vive en un mundo invertido como el de hoy en día, donde la enfermedad se considera salud, lo inmoral se interpreta como moral y lo vulgar se toma como refinado, la capacidad para discernir se convierte en una tarea ardua. Así como un niño sabe inherentemente lo que está bien y lo que está mal, un adulto (palabra que viene de "adulterado") tiene que trabajar su camino de regreso, dejando de lado todo lo que no le pertenece hasta volverse prístino, sin adulterar. Con la miríada de distracciones bombardeando las mentes de la población, hoy en día el discernimiento se vuelve verdaderamente desafiante.

Tal vez el mayor obstáculo que dificulta la claridad de la mente es nuestro propio sistema de creencias; esos pequeños fragmentos de programación que nos hacen descodificar la realidad de una manera predeterminada y, en consecuencia, responder de acuerdo con el programa. En otras palabras, vemos el mundo a través de la lente de nuestras creencias así como un individuo ve el mundo como le gustaría que fuera y no como es.

Posiblemente uno de los factores más perjudiciales que bloquean la capacidad de discernir es la ignorancia. El término ignorancia proviene del verbo latino "ignorare”, y significa "no saber algo, aunque la información necesaria esté presente, porque esa información ha sido deliberadamente rechazada o descartada". Como el lector puede deducir, la ignorancia no solo conlleva culpa, sino que sus consecuencias pueden ser potencialmente devastadoras. Pero echemos un vistazo más de cerca a algunos aspectos del "programa-ignorancia".

“Aprender a ignorar las cosas es uno de los grandes caminos hacia la paz interior” - Porquerías de la Nueva Era

De hecho, una tendencia que promueve la ignorancia desviando el verdadero esfuerzo entre los buscadores novatos es la Nueva Era. Bajo un disfraz de espiritualidad genuina, el movimiento de la Nueva Era favorece sus jocosas banalidades en detrimento del esfuerzo sincero y el verdadero trabajo interior. Uno de sus principios establece "ignorar lo 'negativo'" bajo la justificación de “darle poder si pones tu atención”. Ignorar algo considerado negativo y luego esperar que desaparezca es un disparate absoluto. Cuanto más se sabe, mejores son las decisiones que se toman. A menudo, ignorar lo "negativo" es una escapada emocional para evitar ver la verdad.

Patanjali afirma en su Yoga Sutra I.33:

"En las relaciones la mente se purifica, cultivando sentimientos de amistad hacia aquellos que son felices, compasión por aquellos que sufren, buena voluntad hacia aquellos que son virtuosos e indiferencia o neutralidad hacia aquellos que percibimos como viles o malvados".

Aquí, Patanjali recomienda una actitud de neutralidad o indiferencia con respecto a lo "negativo". Su declaración es muy clara: si quieres tener una mente pura, no ignores el mal, sino reconócelo, y luego toma una posición de neutralidad hacia él. Como el lector puede concluir, ignorar los hechos, ya sea "positivo" o "negativo" puede ser perjudicial en el momento en el que se debe hacer una elección.

Como punto final acerca del discernimiento, hay otro principio del movimiento de la Nueva Era que es desfavorable para el desarrollo de una mente clara que es: "todo está bien porque todos somos uno". La afirmación es parcialmente cierta. Sí, de hecho, en un nivel superior todos los seres en el Universo forman una entidad consciente única y, en consecuencia, todos pertenecemos a ese “colectivo consciente”. La primera parte de la declaración, "Todo está bien", es donde se corrompe, ya que de hecho, hay individuos malvados en este planeta haciendo cosas atroces y esto no lo hace aceptable. Como uno puede suponer, esta creencia o programación mental crea individuos sumisos que consienten lo inadmisible desde una perspectiva moral y, en consecuencia, perpetúan las malas acciones de unos pocos.

Como el artículo está llegando a su fin, una recapitulación ayudará al lector a madurar las ideas expuestas. Una persona íntegra es guiada por principios perennes que son universales a través de las eras, naciones y culturas. Esos principios, destilados de la Naturaleza misma y en armonía con ella, son el marco en el que opera la integridad. Mientras que el discernimiento es la capacidad de aplicar y moverse correctamente dentro de estos principios, el coraje es el espíritu con el que uno se maneja en el dominio de la impecabilidad. En cualquier caso, hay un trabajo interno por el que cada persona tiene que pasar para obtener claridad sobre las cualidades morales y éticas, discernimiento entre lo que esta bien y lo que esta mal, determinación para mantenerse firme, con coraje y la capacidad de decir no. Sin este trabajo, la evolución del hombre llega a un punto de estancamiento y la entropía hace que la sociedad se impregne de corrupción. Aquellos en busca de la Libertad saben que sólo hay un camino: seguir las Leyes Superiores porque la Libertad y la moralidad son directamente proporcionales.

A medida que aumenta la moralidad, aumenta la libertad.

A medida que la moralidad mengua, la libertad disminuye.

La tarea de convertirse en una persona íntegra es colosal pero crítica en estos tiempos de decadencia en los que vivimos.

Que la verdad nos encienda a todos.

Que el discernimiento corte el velo del engaño.

Que la Fuerza permanezca en Ti.

Acerca Del Autor

Dani

Entendí que la filosofía del Yoga y la Ley Natural se basan en los mismos principios, los cuales aplico en mi vida y en mi práctica, y que me gustaría transmitirte a través de mis clases, cursos & artículos. No publico de manera regular así que si quieres asegurarte de no perderte nada que pueda ser de tu interés puedes subscribirte gratis a la newsletter.